Fue la primera vez que le acaricié el cachete.
martes, 29 de diciembre de 2009
Agua y Sal
Fue la primera vez que le acaricié el cachete.
martes, 22 de diciembre de 2009
jueves, 17 de diciembre de 2009
¡Y chau lágrimas!
Intervalo en el acertijo:
Oís?
Superálo.
-y no te asustes que bien sabes que estoy casi menopáusica-
Ahora sí:
A más de un año y a días del día de los inocentes, la pregunta sigue siendo:
¿Lo habrá encontrado?
Si es así, juro que le regalo un 0KM.
De última sabe que, un Okm puede que se venda fácil y entonces con la plata podría....
Arreglar el techo del baño ahora que pienso.
¡Y arriba los rulotones!
:)
viernes, 11 de diciembre de 2009
Milagros, Belén y Yamú
y teniéndote a mi lado
te encontré en el abismo
entonces crucé los 19 mares,
haché los morros
y soplé todas y cada una de las hojas
Ayer en tu urgencia,
resolviste contarme que te sangraba el oído
implosiones neurológicas me apresuraron
y entonces decidí cambiarme
-obviando la combinatoria claro-
para ir a buscarte...
Es importante que sepas que cuando sea,
yo puedo llegar
Es importante que sepas que cuando quieras
vos podés esperarme
Y entonces en la guardia
el temor a encontrarte ya no estaba,
y mientras en 36 minutos,
aquél camino amarillo
me ofrendaba el sostén de su ausencia,
volviste a mi para decirme
que ya estabas de regreso...
Te conté de mis penas,
de mis grotescos
y de aquellas pocas alegrías que llevo entre mis lágrimas
Me convenciste
en cada una de tus versiones
-oíme bien-
acerca del miedo absurdo ante lo inesperado...
A cambio te dije
que la melancolía no te habita,
porque de deshechos
no estamos hechas vos y yo.
Juntas pensamos
que el destino de los desperdicios
prevalece en el encuentro de los ahuecados,
y al devolverte una imagen,
desde el destierro advertimos,
que nuestros suburbios
están amalgamados
en todas nuestras -o al menos dos-
posibilidades de ser ....
Todo esto que te digo
me lo dijo ya Belén a su modo,
y no puedo reconocer si es que antes
éstos mismos soplos
salieron de tu boca
Lo que sé ...
es lo que siento.
y a vos te encuentro
-igual que a ella-,
por fuera de todas y cada una
de las palabras,
en los andenes
y en los recuerdos
de lo que está
porvenir
Mi garganta
sobrevive
en tus inscripciones
mientras el resto,
-ése que no ancla-
se vuelve cántaro en vos
y entonces mirás hacia abajo,
volvés simétricas tus cejas
y adviene el máximo tesoro:
Tu eco y sus dones...
Me lo ofrecés sonriendo, te dije?
Y entonces cuando me animo a recibirlo
brotan de él
semillas
Es la parte que soplás muda
mientras tu silencio
(que hace eco)
disfraza libertad...
Por eso sos mi amiga.
Gracias, ché...
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
lunes, 7 de diciembre de 2009
Niní
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
lunes, 30 de noviembre de 2009
Truco al Rey
Está casi terminada;
queda sólo el basamento (coronado de chapas protectoras
como espinas) de los cinco pisos
que vieron pasar casi un siglo,
incluídos vos y yo.
Tenías razón: sobre el hombro indiferente
de la mole impersonal que alguien plantó a su lado
(y que parece haber llegado
justo a tiempo de escoltar la muerte)
quedó la huella del color durazno que elegiste
para el corredor de tu casa.
¡Ay, las coordenadas!
¡La geometría que voló a mis ojos
para calcular aquel lugar
que amamos!
Hoy en ese punto hay puro espacio,
cielo virgen, miradas perdidas
esperando el semáforo,
nada.
Y aún estás allí
conmigo, muerta de frío
mirando las estrellas de la alineación
como si de veras fueran a hacerle algo
al mundo.
Aún estoy allí,
en mi arrogancia veinteañera;
la vista clavada sobre el río,
un nudo de silencio en la garganta.
Estás ahí:
corrida por la magia
que tu corazón no se atrevía.
Aún me veo
dejándote una y otra vez,
volviendo siempre.
Fuimos ahí, más que en otras partes,
vos y yo, tanto,
que tal vez no imaginamos
nunca, nosotros en otro
lugar.
Por eso,
ese nuevo punto que ganó el vacío
se nos parece tanto. Está lleno del horror
de no tener olvido´.
Pedro Aznar
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
miércoles, 11 de noviembre de 2009
She was
viernes, 30 de octubre de 2009
Guille
- ....
- venís?
- decime
- que te escucho decir cosas que no me gustan. 'maté a este, mate a otro. revolié catorce camiones y tiré abajo 5 portones' te la pasas hablando así y a mi me hace mal
- ...
- que la vida no es una playstation. Éso te quería decir
- ....
- oiste?
- sí
- Por éso, cuando veas a alguien que tira, grita, rompe -y de matar no hablemos- vos pensá: este esta loco, pero no lo veas como algo natural. Me oís? Porque no está bien matar. Entendiste?
- ....
- escuchaste?
- Si, loca
Y se fue..............
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
miércoles, 21 de octubre de 2009
Guardianes de la Bahía
Personajes:
Matilde, la madre. La reina de las olas
Pedro, el padre. El paciente
Colette, la hija menor. Resignada y mentirosa
Amilkar, el hermano mayor. El Dulce Ogro
Antonio, el ex esposo. No se sabe.
Filipo, el menor de todos. El articulador
La señorita Lopez, mascota del hogar. Adorada
María E, amiga de la casa. Muda
Los abuelos, los muertos que hablan. Inolvidables
Qué le regalo? - duda Colette y adelantándose diez minutos a la hora del té, invade el cerramiento con su presencia. A un costado, Antonio. Colette inicia:
- Tengo que salir en 40
- Llegás? -accede Antonio, cuasi generoso
- Voy en subte. A Bulnes tengo menos de diez
- en el subte todos tienen cara de muertos
- Lo decís porque van bajo tierra?
- no lo había pensado
- y cómo sabes entonces?
- porque no se asfixian, supongo. Te fijaste?
- andate a la reverenda concha de tu madre, forro. moríte - se atormenta Colette y continúa para sí- siete padrenuestros y entonces de postre sí: helado - Me dedico a buscar a los vivos, parece -deja deslizar entre sus dientes.
De fondo, el televisor muestra la ceremonia ritual a modo de velorio público de una de las más grandes, cuando La Superior Matilde, irrumpe cual Tzunami con dos tazas de café entre sus manos, para comenzar:
- yo nosé. qué espanto. a vos te parece? que te velen así: a cajón abierto. A mi... -increpa- ni se les ocurra!
Colette hermana menor, se adelanta entretenida, a modo de seguirle el diálogo:
- Por?
- Porque es un espanto. una barbaridad. una falta de respeto total. Qué me miran! Qué me miran! - se horrroriza Matilde y tiemblan sus pómulos.
- Qué cosa?
- Éso nena! que te velen a cajón abierto. Me oís? -y en éso- Y que te miren! Que te miren! Es mas o menos como que te miren cuando vas al baño.
- no te entiendo, pero contáme
- lo que digo, es que es un acto privado. Yo los mato. Olvídense de mí si hacen eso conmigo!
- porqué?
- por las miradas! qué catzo hago con las miradas eh! Explicáme. Es un aprovecho, pobre mujer! Mirála. Una falta de consideración total -expone con sus ojos fijos en la pantalla.
El padre, invicto de un ACV, parecería haber sobrevivido para interpelarla una y otra vez:
- No le hagan caso. Está delirando.
Mientras en vano los ojos de Pedro dedican a Matilde cierta ingenuidad infantil en una mirada excenta de egoísmos y propia de una vejez digna en verdad, ella a cambio lo ataca:
- calláte vos que siempre me decís lo mismo!
Mientras tanto, María E cuenta las tachas del collar de la Señorita López que muy pachorra, ubica su hocico arriba de sus rodillas. Filipo, el menor de todos, dibuja la escena preso de sus manías en lograr con sus colores el efecto exacto de sus paisajes cuando el padre:
- Ésta taza está rota
María E. levanta su vista enmarcando su mirada tras su ceja izquierda, buscando ecos en los ojos de Colette, cuando la voz de Amilkar se alza tras bambalinas:
- Tiene razón. Esa taza está rota. Porqué no la tirás? -para continuar en un- Perdón pero: Qué hace este sillón acá?
Matilde tomando el repasador cual escudo, hace elevar sus armas al grito de:
- éste sillón está acá porque está acá. Los otros se quedan allá.
- a si? quiero traer uno de los sillones de allá para acá -insiste Amilkar
- No
- Sí
- No. los sillones de mami y papi se quedan en el living. Y punto.
- tiene sentido -brota tímida la voz de Collete, renunciando a los espejos de antemano, resignada ante las miradas absortas del resto.
- Claro que tiene sentido -el revés de Matilde provoca estupor en Colette quien ilusa, alza sus ojos y:
- vos decís?
- si. el sillón de papi y mami tiene que estar en el living.
- son dos
- si. tiene que estar en el living
- Por? -ruega collete
- porque es el único lugar de la casa donde vacié todo -pronuncia matilde para incorporarse tras el banco, juntar las tazas y continuar con un:
- me falta una cucharita de mami otra vez... será posible, mierda! -y prosigue- Son ocho. y tengo siete. yo nosé. Alguien la vió? -agregando- Éstos cayos me van a matar.
Haciendo flamear su repasador, Matilde abandona la escena. María E. recoge su celular y Amilkar se torna invisible antes de ser advertido en su ausencia. Frente al televisor, Colette se abriga -esta vez lo justo- agarra su pequeña cartera, saluda al resto y se despide de aquel hogar al cual siempre -y con razón, sabía- querría regresar.
El subte está vacío. En diagonal frente a Colette, una pareja: mientras la mujer pálida lucha por un soplo de aire a ventanilla semiabierta, el hombre duerme, descansando confortablemente en su regazo. Por su parte, algo insta a Colette a quitar la vista y antes de que los diez minutos se cumplan en el reloj de su celular, saca una menthoplus de su bolsillo y se pregunta: -Qué quiere un hombre?
Había decidido comprarle aquel perfume. Era lejos su preferido. Y algo más? Sí. Veinticinco de los treinta pesos que a ella le faltan para pagar la segunda cuota de sus zapatos de cabritilla. En éso las puertas del subte se abren y apoyándo un pie tras la puerta, Colette saca un cigarrillo roto de su bolso, se deshace de él y respira.
El regalo del día de la madre - sin ser un problema- estaba resuelto.
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
jueves, 15 de octubre de 2009
Soda Stereo
Entonces tomá mis gracias. llevalas lejos. vos sabés... limalas bien. que entre tu erosión y mis vuelcos seremos -porque somos- nido y rama, pez y río y un andén solitario y por éso, por eso compartido.
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
miércoles, 7 de octubre de 2009
Alahuákbar
Las cholas estaba repleta por lo que El Primo fue la opción o al menos, la primer opción disponible. Contaban con buenas referencias de un menú sencillo y una serie de mozos discretos, de ésos indispensables, atentos. silenciosos. de ésos mozos que no suelen abundar; de ésos que permanecen permeables, sin bufar. ciertamente tolerantes.
"Syriani 3" -amenazó la voz, cuando la familia se dispuso a atravezar la puerta, entrando en un pasado ubicado al fondo a la derecha.
Y así fue que en el fondo decía, cerca de la entrada, casi instantáneamente una mesa libre para cuatro los esperaba con apenas una panera modesta, ubicada en el centro de las miradas.
Ellos dos eligieron sentarse en diagonal mientras que el tercero frente a ella, prefirió permanecer en suspenso.
Imprevistamente el celular de él interrumpiría la no charla iniciando aquello que ahí, entre copas y murmullos, sucedería después...
- tenés teléfono
Sus aires de superioridad volvieron ínfima cierta incomodidad que rara vez decidía regalar. Atendiendo su celular largo y angosto por cierto, prosiguió:
- ah como andás Charly... dale. bueno bueno. después paso entonces. Acá. Almorzando con mi ex mujer. dale listo. quedamos así...
Ella, procurando atajarse ante una posible lipotimia, negando lo obvio arremetió con sentido:
- vos cómo hablás de mi?
Durante el instante que duró esa coma, imaginarán que ella creyó morir. Aún así, prosiguió la charla ofertando uno de sus caros silencios mientras sus ojos parecían caer buscando traspasar el mantel. Las paralelas parecían eternas entre dos cantos inconclusos justo ahí cuando creyó escuchar:
- Voy a estudiar derecho. Qué vas a comer?
El mozo interrumpió el titubeo y aún así, él esta vez decidió no regalar ni un centavo de su turbulencia perfectamente solapada diez metros tras su espalda... cuando disparó:
- te pedimos: para mí un asado completo y ensalada, vos?
Una vez retirados los menúes:
- decías?
La charla iba tomando cierta velocidad, destilabando gotas de esperanza entre sílabas comas y palabras que de a momentos le resultaban terroríficas cuando...
- Fijáte nena. Atrás tuyo está éste tipo que a la noche lo veíamos en la cama, cuando dormíamos juntos, te acordás? Se peleaba con Petinatto. Tenía un programa en el 9... Cómo carajo se llama?
La violencia de una palabra atrapada en su preconciente comenzaba a excitarla cuando giró su cabeza cual vampira de outlet y aún sin entender, dichosa pudo pronunciar...
- Beto Casella
Y fue un instante en que sus ojos verdes la reflejaron cuando tímida arriesgó:
- tendrás diez pesos en monedas para cambiar...me? -Alcanzó a decir rebajando la velocidad del tono de su voz ante el semáforo en rojo de un sentido prematuro, apenas advertido. semáforo en rojo que jamás respetaría tras la apuesta de palabras de un sentido a diversificar...
Una vez más, el exceso de metáfora la dejaba capturada en un dulce rincón mientras feliz creía advertir que todo, pero todo a su alrededor, comenzaba a poblarse de alfiles...
- Y ahora que hacemos? -propuso él
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
jueves, 1 de octubre de 2009
Mañana azúl
El 64 venía justo en gente y el calor del motor retumbaba en su trasero. Fue entonces cuando aprovechó para calzarse los auriculares y sacar de su bolsillo izquierdo descocido, un alfajor rogel que intercambió por el boleto -ahora protegido falazmente. Tomó una bocanada de aire y abriendo su boca no fue obvia al morder el alfajor acariciando entre su lengua y sus dientes cada miga. Podía sentir como el pavimento se movía a sus pies mientras besaba sus propios labios detenida, regosijándose en cada pozo que la obligaba a masticar vivazmente.
Lo tenía decidido: al llegar del trabajo donaría toda la ropa de su difunto marido a la Iglesia más cercana. Juntaría toda su ropa. Juntaría toda su ropa menos el sweater burma gris escote en V.'Tal vez podría llevarlo a la tintorería de acá la vuelta'-supuso.'Y es que podría llegar a ser un lindo presente para Pepe'-agregó. Y lo más importante: su amiga Roberta estaría feliz con el gesto para con su esposo. Ella sabía que ella sabía y ella también. Así: sin entenderse. Haciendo historia. Haciendo letra: con su cartera al hombro, las manitos entrelazadas en la radio portátil y el resto de un papel abollado que habría hecho las veces de envoltorio verde de un alfajor, próximo a digerir.
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
viernes, 25 de septiembre de 2009
Picos Gemelos
Luego de una espera de quince días, la señorita Beba abrió las puertas y alli estaban ellas. Dos gotas de agua -Me dijeron que la menor aparte de las pecas, lleva dos lunares en el cachete izquierdo - esbozó temerosa la maestra. Ambas rubias, con el delantal exactamente almidonado y sujetado de la misma forma. De esos que se atan por detrás. Dos trenzas y los útiles en la mano derecha. - La de los lunares soy yo, respondió la menor de las Scally sonriendo. Fue lo primero que le escuché decir. Acto seguido, el banco de mi lado estaba y estaría ocupado hasta el día de hoy inclusive, por sus palabras.
- Me llamo Carola y vos?
- También.
- Carola o Carolina?
- Carola - en ésta parte ambas sonreímos.
- Toda la gente me pregunta si me llamo Carola o Carolina. desde que nací. No entienden que es un nombre más. Vos te llamás Carola sola? Inquirió patoteándome.
- Si. Y vos?
- Yo soy Carola Inés.
Al principio ella era Carola Inés y yo Carola. Los demás nos llamaban así para poder, en sus creencias, diferenciarnos. Lo cierto es que a nosotras nos bastaba el sonido de la voz de quien pronunciase nuestro nombre, para saber cual de las dos debía acudir al llamado.
Carola era alta, esbelta. Dotada de un pelo inigualable. Rubio y sedoso. Tenía ojos verdes amarillos. Su cara llena de pecas y una nariz repingada la volvían una exponenete irlandesa capaz de enamorar al mismísimo San Patrick. La inteligencia extrema y su capacidad de síntesis hacían de su soberbia y pedantería sus mejores atributos. Era canchera y le quedaba muy bien serlo. Parecía disfrutar de ser odiada popularmente y era llamativo porque nunca conocí a nadie de tan buen corazón. Adoraba los deportes. Brillaba en todas las materias. Tenía un impulso hacia el deber digno de aquellos exitosos. Dueña de una inercia imbatible y de un humor curiosamente infantil. Ella era algo así como El Zorro. Justiciera y mafiosa. Algo en ella despierta el recuerdo de mi ex marido. Cero obsecuente. Su color preferido era el rojo; color empalagoso, excesivo para mi gusto. Aunque a lo lejos admito que es por ella (y por los que vinieron después) que a ese color le guardo cierta simpatía entrañable (Recién ahora noto el color de mis letras sobre un fondo claro, amarillo) -En qué pensás autista?- me decía y tenía el don volver comedias mis dramas -La verdad que nunca pero nunca conocí a un ser tan pero tan vago como vos, calabaza -me burlaba con su cosa tierna light.
Aún recuerdo la primera vez que nos metimos al mar juntas -Agarrá la ola de abajo K! Así no vas a llegar nunca a la orilla! Repetía una y otra vez entre carcajadas y sal en la garganta.
Un mediodía estando en el boufet del Colegio, Carola no llegaba. En el mismo momento que empecé a preocuparme la vi aparecer con su campera azul inflable no reglamentaria y su pañuelo floreado en la mano derecha. Su nariz estaba roja mora. Había llorado y cuando Carola lloraba lo hacía en soledad. Por éso era mi amiga.
- qué pasó K?
- me hecharon del equipo de softball. Estoy afuera de los intercolegiales.
- ...
- todo por Florencia, la de quinto ésa.
- ...
- Ahora va a ver.
En ese instante abrió con sus dientes tres sobres de mayonesa (ella odiaba la mayonesa) e hizo que su porción de pizza rebalsase de salsa. Le agregó sal. Una montaña de sal y sin dudarlo se levanto y fue derechito a la mesa de las chicas de quinto grado. Apenas pude ver lo que siguió.
Cuenta la leyenda que Carola detuvo su marcha justo en el centro de la mesa y puso ese tonito inconfundible de voz: -Florencia? alcanzó a pronunciar y al instante la porción de pizza caía justo sobre la cara de la chica de quinto grado B, cual bofetada, dejando esparcidos los restos de mayonesa cual catarata desde sus pestañas, pasando por su nariz y pera para desembocar en el jumper azúl y terminar el recorrido en la punta de su canadiense derecho. Parece que la chica de quinto grado se enfureció un tanto más que el grito que pegó. Cuentan los testigos que levanto su puño izquierdo en forma refleja en dirección al rostro de Carola quien por su parte, experta en los artes marciales del Kung Fú desde pequeña, atajó el puñetazo en el aire con su propia mano y, sin dudarlo, mordió su muñeca -segun dicen- hasta hacerla sangrar. Recuerdo a las celadoras Mirta y Lili levantándo a Carola por debajo de sus hombros. Recuerdo su campera azul subida, sus trenzas deshechas y sus patitas revoleándose en el aire. El edificio del colegio quedó poblado de un silencio espeso, oscuro -la van a echar- murmuraban -siempre tuvo problemas- repetían una y otra vez los ecos en los pasillos. En los días siguientes, se convirtó en la Juana de Arco de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús. Tuvo que firmar seis veces según me dijo y soportar que el acto del día de San Martin, la Directora haga alusión al hecho, para explicarle en público que "no somos perros; que los seres humanos no mordemos". Carola por su parte, mantenía la mirada endeble mientras su acto silencioso al acatar, volvía absurda cualquier plegaria. Ella continuaba. Siempre. No solía volver atrás. Creo que sólo una vez la vi retroceder al cometer la infidencia de contarme uno de sus sueños.
Cuentan que cuando falleció su abuelo estando de veraneo, imploró para venir a visitarme. La ví bajar del auto y me entregue a la escena angustiada, sin saber cómo ayudarla pero apoyada firmemente en la certeza de poder. La puerta del auto se cerró y ahi vi de nuevo su nariz roja y su jardinero de blue jean. Levanto la vista y vi sus dientes junto con una sonrisa que me invitaba a proseguir y así fue: minutos después estábamos en el fondo de casa jugando con las bombitas de agua para luego dedicarnos a hacer sombras.
Es curioso, no recuerdo diálogos con ella. Si recuerdo que era vernos, encontrarnos y que todo quedease apartado. Era ella, yo, lo que iba sucediendo y esa sensación de que éramos invencibles.
Ayer quedamos en almorzar juntas. Ella se dedica a los Seguros de Retiro. Tuve que pasar por dos recepcionistas hasta encontrar la oficina 22. Pude escuchar su voz por detrás de la puerta que alternaba entre una charla con uno de sus hijos y su jefe a la vez. Permanecí del lado de afuera cuando la tercer recepcionista apareció en escena para invitarme a esperarla y a leer unas revistas inentendibles acerca de pólizas y ARTs.
- Venis a buscar a Carola, no?
- Si
- Me aviso que la iban a venir a buscar para salir almorzar
- ...
- Ya le aviso que estás. Tomá asiento
- ...
- Carolina es tu nombre, verdad?
Y sonreí.
viernes, 11 de septiembre de 2009
Adelita
Y es que resulta que sus palabras, sus gestos son -cómodecirlo- atemporales. éso. digeribles, diría.Tienen vida propia. Supongo que es bruja. o hechicera. algo así. Lo bueno es que no da miedo. Coinciden -los que la conocieron- que cuenta con una dulzura opaca. Pareciera que a ella hay que revolverla hasta que endulce y hasta ahí. lo justo. sino la tipa se anula y zácate! otra vez sin el afuera, se mete adentro y hasta la próxima vez... porque ella va y viene notaste? Resulta que jura vivir con una perra capaz de apagar la llave de gas si la estufa le da calor en demasía. No a ella -aclaro- a la perra. por éso. Jura además que la misma perra alucina: ¨vé fantasmas¨ dice, con total desparpajo. Aún asi - insiste- supera el ahogo y claro, ladra. Ayer hozó decir que Policastro era un borracho y mientras te habla grita: ¨¡no escucho!¨
A veces, cuando repito para mis adentros que todo pasa, cuando araño algo de optimismo light y confundo a la esperanza con la resignación más patética, a veces decía, cuando veo una hoja en blanco, sin esperar nada, su nombre se dibuja y justo ahí, tras sus letras, recuerdo que lo inolvidable existe, sin dudas. Recuerdo que lo inolvidable existe y que lleva todos y cada uno de sus gestos.
Ahora dice que va a hacer retapizar los sillones. Cada uno a doscientos pesos porque claro, según ella ¨está harta de vivir así¨. Después le pregunta a su perra acerca de lo que vé y sin saber porqué jura que su perra es paraguaya porque -explica- mea arriba de la cama. Se queja de sus pies y cuando los ve sobreirritados, le dispara la culpa a sus zapatos. Estas botas son lo único que tengo -rezonga religiosa- mientras su caderas parecen exigirle deudas que paga una y otra vez con sus pasos de tortuga.
Por mi parte, la contemplo feliz. Sospecho que cuando se gane el loto, va a hacer que su guitarra cante otra vez al ritmo de... al ritmo de su voz.
Feliz día, maestra
Atentamente
Lulú
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
jueves, 3 de septiembre de 2009
Manitos entrelazadas
Sabés que?
Y un llavero.
Cualquiera menos de pelush.
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
jueves, 27 de agosto de 2009
Cirio Pascual
A lo lejos, si es que él era mi dios, supongo que mi esperanza tuvo algún sentido.
Ayer me contaba que a su intimo amigo le remataron la casa. Hernán. Nunca me cayo bien, Hernán. Era uno de esos amigos como adhesivos viste? Lo vivenciaba en cierto modo como una amenaza si se quiere y porqué no, femenina. Le remataron la casa a Hernán, parece.
El por su parte, está a poco de comprarse un departamento. Va al gimnasio todos los días y usa ropa marca Adidas. la de las tres tiras viste? Dice que lo que le dí lo salvo de su adicción y para mi... para mi colorado el 18.
No va más.
miércoles, 19 de agosto de 2009
Una de ovejas.
Por Juan Soba. En Facebook (Hacéte amigo! Copate)
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
jueves, 13 de agosto de 2009
114
- cansada
- no van a venir hoy?
- no, mañana vamos. Te escucho muy bajo.
- es éste teléfono de mierda. me compré un Panasonic y se rompió. Lo llevé al servicio técnico y me dicen que no se puede arreglar. LLamo todos los días para quejarme y nada... nada. Me compré un teléfono Panasonic y me duró cuatro días. Éso.
- Yo tengo que comprar un teléfono también.
- Ese que tenés anda. y está desde que nos casamos
- Hace 7 años. si. es un Panasonic también. Salio $200 y hoy sale lo mismo.
- 7 años ya?
- $ 200. Si mirá, ya nos estaríamos separando de nuevo. Por la comezón del séptimo años digo, que nos agarró a los dos
- el 28 de Septiembré del 2002 claro... 7 años
- te escucho bajo...
- hola, me oís?
- si. Le regalé a Filippo la campera que me compré con la plata que me dieron por la alianza.
- la vendiste ahora?
- no. Hace dos años ponele. Dice París en la espalda y tiene a la torre Eiffel en un costadito...
- si, la vi..
- a la torre Eiffel?
- no. a la campera me parece
- no puede ser
- si. yo la vi.
- No la estrené todavía.
- ....
- hola. me oís?
- .... si. Es éste teléfono de mierda... Hola me oís?
- ahitá .
- bueno, cómo hacemos para que Filippo recuerde a su papá?
- a quién?
- a mi nena
- siempre te recuerda
- ....
- en serio te digo, siempre te recuerda.
- ...
- Me escuchás?
- sisi. Pará que tengo una llamada.
- Sisi. Claro. Hablamos después. Chau.
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX
lunes, 13 de julio de 2009
miércoles, 8 de julio de 2009
sábado, 4 de julio de 2009
2X1 peso.
¿Qué guardaría hoy?
Un cuarto de helado de frutilla al agua y dulce de leche para el domingo a la noche.
Definitivamente tengo que comprar burletes. Anoche durmiendo me cague de frío.
jueves, 2 de julio de 2009
Auriculares rotos
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx