sábado, 30 de octubre de 2010

Arcoiris

No hacemos mas que miranos, los lápices de Faber Castell. Y caemos -en el mejor de los casos, y engañados por la apariencia-, en el absurdo de creer al otro muy diferente a nuestra materia. Esta idea de que al fin y al cabo los edificios no son tan dispares como parecen. Me cazas? Esto de que lo singular es tal, en tanto universal. Y las ideas del origen, del durante y el después, dejan de tener sentido. Lo que duele, ¿es la brevedad del sentido o su infinitud? Como sea, asfixia hasta que el instante se suelta. Entonces nos olvidamos, creémos olvidarnos y resulta que nos encontramos papando moscas en el aire hasta que las grietas de las nubes se multiplican, las muy putas (¿y encima gratis?) Y es que los edificios al final, no son tan distintos como parecen. Siempre hay algo que compensa y entonces sí, al final, el vacío es un lugar normal.

´Jovencito1: -Mas modestamente, cada uno dice: -´Tengo mi conciencia y me basta´
Diego: - si estuviésemos solos
Jovencito 2 (aturdido): - ¿Qué quiere decir con eso de si estuviésemos solos?
Diego: - Que entonces si nos bastaría. Pero en ese caso ya no necesitaríamos la conciencia... Por desdicha, queridos míos, estoy yo, y están ustedes. ¡Desdichadamente!
Otra:- No es nada gentil...!
Diego: Y porqué tienen que siempre importar los otros, señoras mías?
Jovencito2: -Excatamente! Puesto que tengo mi conciencia...!
Diego:- ¿Y no te das cuenta que tu conciencia significa justamente ´los otros dentro de tí´?
Jovencito1:- las paradojas de costumbre...!
Diego:- ¿No! ¡Otra que paradojas...! (al jovencito 2) Perdoná: ¿Qué quiere decir ´que tienes tu conciencia y te basta´? ... Que mientras estés seguro y confortado de no haber hecho mal, los otros pueden pensar de ti y juzgarte como les guste, incluso injustamente, ¿no es asi?
Jovencito2: - ¡Por supuesto!
Diego:- ¡Muy bien!... ¿Y quién si no lo otros, te da esa seguridad y esa confortación?
Jovencito2:- ¡Yo mismo!
¡Mi conciencia, por supuesto! ¡Vaya sino...!
Diego:- ¡Porque crees que los otros en tu lugar y en una stuación como la tuya, habrían procedido como tú! ¡He aquí el porqué, querido mío...! Y también porque fuera de ciertas situaciones concretas y particulares de la vida ... sí, hay ciertos principios abstractos y generales sobre los cuales podemos estar todos de acuerdo (¡cuesta poco!) Entre tanto, mira: si te encierras desdeñosamente en tí mismo y sostienes que tienes tu conciencia y te basta, es porque sabes que todos te condenan y no te aprueban o incluso se ríen de tí: de otro modo, no lo dirías... El hecho es que los principios permanecen abstractos; ninguno logra verlo como tu en el caso que te ha tocado en suerte ni verse a sí mismo en la acción que has cometido. Y entonces: ¿me quieres decir para qué te basta tu conciencia?...¿Para sentirte solo?¿No, por Dios! La soledad te espanta... ¿Y qué haces entonces? Te imaginas muchas cabezas, todas como la tuya: muchas cabezas que son la tuya propia, mejor, y ellas, en una situación dada, movidas por un hilo, te dicen sí y no, no y sí, como tú quieres. y eso te conforta y te da seguridad. Vaya que juego magnífico es ése de que tu conciencia te basta...!´

De Luigi Pirandello en ´Cada uno a su modo´

3 comentarios:

Sandra (Aprendiz de Cassandra) dijo...

A veces tengo conciencia que tengo cabeza, otras, me basta con imaginarlo. Pero siempre veo a los otros buscándosela. ¿?¿?¿?

Besos, Mona!

La mona Bermúdez dijo...

sos una genia.

La infante Cas E. dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=QLFQxS02XR4

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